Los abrazos que no cesan es un proyecto de investigación escénica en territorio.

Se realizó por primera vez en México del 4 al 15 de julio de 2022, y durante este período se desarrolló, primero, una residencia de investigación entre cinco artistas iberoamericanas. Esta residencia consistió en una reflexión en torno a la creación de dispositivos escénicos que hicieran posible tocar temas de violencia de género en el espacio público; y desde una perspectiva de cuidado. La segunda etapa consistió en un laboratorio-ensayo con mujeres del Centro de Derechos Humanos Victoria Díez en León, Guanajuato. Ellas probaron las ideas de dispositivos creados, las hicieron propias y las reorganizaron para dar vida a un recorrido por su barrio, a través del cual imprimieron nuevos sentidos a aquellos espacios que guardaban memorias dolorosas.

Como artistas, promovemos la idea de que existen determinados procesos y experiencias creativas que se construyen cómo piezas artísticas en sí mismas, independientemente de sus resultados. Archivos vivos que dan cuenta de determinadas realidades, que  dialogan con ellas y que producen nuevas versiones o posibilidades de las mismas.

En este sentido, el proyecto Los abrazos que no cesan es una invitación a transitar estas experiencias, en este caso particular vinculadas a la violencia de género y transmutar las posibles realidades en el mismo proceso de encuentro. 

Este proceso de experimentación conjunta se constituye en sí mismo en dispositivo escénico y a la vez en un territorio de cuidado y protección donde se nos permite trabajar en los límites de lo real y lo ficcional, habilitándonos a crear realidades deseadas e intentar destruir realidades temidas.

Promovemos estos formatos que se encuentran en los límites de lo escénico, lo performativo, lo cotidiano, lo ficticio y lo poético y, por supuesto, lo político como nuevas propuestas artísticas para la construcción de posibles mundos donde la vida se sostenga y no se violente.